Sumario: | Quien como yo sepa de la dulzura de la autora y también lacreadora de este texto o de este mandala de variadas texturas,no podría sino leer en él lo espejado de ella en su hechura fresca y virginal; hay seres que conservan una dimensión virginal a lo largo de toda su existencia, y, si aprendemos de este libro, esa conservación mucho tiene que ver con la del jugar. Por lo mismo, no estamos hablando de un libro "sobre" cosas tales como el juego y su intervención desde los Mandalas, el libro en sí juega y es un acto de juego puesto en acto, un mandala también, no meramente un libro "acerca" de un uso posible de ellos. El propio espaciamiento textual lo confirma, con sus diseños apartados de la linealidad habitual, con sus floraciones de dibujos y de colores.
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