Sumario: | "París es una fiesta", escribió Hemingway en los alegres y despreocupados años veinte, cuando los integrantes de la "generación perdida" recibían su bautizo iniciático en el Barrio Latino de la Rive gauche.También lo era para los escritores latinoamericanosencandilados por los resplandores de la "Ciudad Luz" y descubriendo en la fórmula del surrealismo, a lo largo de noches de bohemia y delirio, la clave para desentrañar el "realismo mágico" y lo "real maravilloso" de sus propios y recónditos mundos. Miguel Angel Asturias, Jorge Luis Borges, Alfonso Reyes, César Vallejo y luego Alejo Carpentier y Octavio Paz lo reconocieron en sus obras, vagando alegremente en las madrugadas tras las huellas de la Nadja de André Breton.
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