Sumario: | Sé que la vida pasa rápido y siempre hay un porqué para todo lo que transcurre a lo largo de los años, pero hoy quiero contarles un secreto. Es el secreto de una niña que se hizo mujer y hoy, parada desde otro ángulo, puede ayudar a los demás de la misma manera que la ayudaron a ella. Muchas veces me pregunté por qué me pasaban ciertas cosas, por qué a mí. Desde muy chica sufrí bullying en la escuela, en la calle y hasta dentro de mi propia familia. Padecí el ser gorda, tener unos kilos de más, pasé por miles de profesionales para bajar de peso. Todos los días volvía del colegio llorando, tratando de entender cuál era la razón por la cual se reían de mí: sí, claro, era por ser gorda, por ser una chica que no daba con el común de todas las chicas, no era alta, ni flaca, ni rubia, ni con los ojos claros... Gorda, redonda, fea, son algunos de los adjetivos que escuché. Ya no recuerdo la cantidad de profesionales que visité para que me ayuden a bajar de peso, a tratar de encajar en la sociedad que me pedía a gritos las medidas supuestamente perfectas de 90-60-90. Fueron años de tratar de entender mi cuerpo, cómo funcionaba, cómo hacer para al menos recibir un... "qué lindo te queda ese vestido".
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