Sumario: | La inestabilidad, precariedad y el desempleo son algunos de los rasgos más relevantes en la evolución de la estructura laboral argentina de las últimas décadas. Estos atentan significativamente en las condiciones de vida de amplios sectores de la población, amenazando incluso las posibilidades mismas de reproducción de la vida cotidiana. La distribución de planes sociales y alimentos, se ha consolidado como una de las formas estatales de paliar la situación de emergencia y como un mecanismo de contención ante el proceso de conflicto social expresado, entre otros, a través del surgimiento de numerosas organizaciones de desocupados. Los jóvenes son uno de los sectores más afectados por el proceso de reestructuración del mercado laboral, y como segmento de la clase trabajadora en periodo de formación experimentan múltiples dificultades a la hora de vincularse con el mundo del trabajo en especial, si nos referimos a los jóvenes de los sectores populares. Esta situación genera interrogantes con respecto a como transcurrirá su ciclo vital activo, pero también en como impacta sobre la elaboración de representaciones sociales en torno al trabajo. Esta investigación recoge estos interrogantes a partir de un estudio de caso sobre jóvenes participantes de un Movimiento de Trabajadores Desocupados de la zona Sur del Conurbano Bonaerense.
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