Sumario: | Juan Carlos nunca se planteaba un problema historiográfico importante sin después abordar la investigación apelando, además de a un trabajo teórico consistente y a un recorrido historiográfico completo, a un estudio de las fuentes que pudieran medir y dar cuenta hasta el detalle lo que se quería observar y analizar: así lo hizo con la producción y comercialización de la yerba mate, con las alcabalas mexicanas y los flujos mercantiles que estas revelaban para el siglo XVIII novohispano, aportando junto a su querido amigo Juan Carlos Grosso un estudio absolutamente novedoso sobre lo que podía significar un "pequeño" mercado de provincias, o con la economía agraria bonaerense colonial, por mencionar los casos más conocidos. Pero quienes siguieron su producción más reciente sobre finanzas, ejércitos y construcción del estado en el siglo XIX argentino, saben que esa sistematicidad, esa exhaustividad de sus estudios se mantuvo como signo central de sus trabajos. Y no cabe duda que eso hizo y hace que sus numerosos aportes, con los cuales uno suele estar de acuerdo o a veces disentir en algunos aspectos, sin embargo son todos una referencia ineludible, una mina de oro de información.
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