Sumario: | En su Historia de los heterodoxos españoles, Marcelino Menéndez y Pelayo cuenta la vida y la muerte de la monja de Portugal: Por los años de 1586 gozaba fama grande de santidad en Lisboa sor María de la Visitación, priora del convento de la Anunziada (1981). Tenía largos éxtasis, decía haber recibido especiales favores de la divinidad y mostraba, en pies, manos y costado, siete llagas o marcas rojas, que todos los viernes se abrían y manaban sangre; las cuales llagas le había impreso con rayos de fuego Cristo crucificado. Todos los jueves, al Ave María, sentía en su cabeza los dolores de la corona de espinas. Veíanse en torno de la dicha monja extraños resplandores y claridades. A veces, como arrebatada por sobrenatural poder, se levantaba del suelo durante la oración y quedaba suspensa en el aire. Y otras cien maravillas a este tenor. No era alumbrada, sino embustera; las llagas eran simuladas, y la santidad fingida; pero casi todos le dieron crédito.
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