Sumario: | El ánimo de esta investigación es de largo aliento, de carácter preliminar, con conclusiones abiertas o inacabadas. Intenta notificar cierto contexto en que vivimos, remitiendo el asunto a la esfera representacional. Este problema trabajará sobre la doble naturaleza de la persona de Cristo referida en sus representaciones. Debido al carácter universal de Cristo, es que lo natural y lo sobrenatural coinciden y permean, así su presencia adquiere un marcado acento ingrávido respecto a la particularidad de lo cotidiano. Desmenucemos esta suerte de fórmula. En primer término, tanto la universalidad y la ingravidez derivan del relato que se conforma en torno a Cristo, un relato que no está exento de polémicas y consecuencias, como veremos más adelante. En segundo término, este relato introduce, en su propia narración, un grado ficcional importante.Advertimos esto al saber que el cristianismo es la historia de la encarnación de Dios y del suplicio de su cuerpo humanizado, de Cristo, y es en Él que se da un modo particular de ser: la mezcla y tensión entre lo natural y lo sobrenatural. La dilucidación de este problema se efectuará en dos ámbitos: el primero referido a la dualidad de Cristo con énfasis en la ingravidez de su corporalidad, trabajada en dos sentidos: el primero tiene que ver con la búsqueda de la trascendencia de la materia desde lo sublime, son escenas que apelan a cierta receptividad de la obra por parte del espectador, y tiene que ver con la generación de cierto ánimo más que con condiciones particulares de la obra; la segunda guarda relación con la obtención de la trascendencia por medio del suplicio de la carne, es un espectáculo que rebosa la particularidad del cuerpo de Cristo. Este primer ámbito lo llamamos Poética de la trascendencia, con sus dos ramificaciones: la escena sublime y la escena grotesca. Se trabajará con ideas de Kant, Lyotard, Kristeva y Hegel, analizando tanto pinturas como películas. El segundo ámbito refiere al trabajo representacional de la doble dimensión de Cristo desde el desmonte de la representabilidad de la figura de Cristo, analizado desde dos frentes: el primero tiene que ver con el desarme efectuado por el arte crítico modernista hacia la estructura de todo metarelato, mientras que el segundo guarda relación con lo que queda por fuera de este desarme del metarelato cristiano. Este segundo ámbito lo denominamos Operatividad barroca, con sus dos aristas: la escena irónica y la escena obscena. Se trabajará con conceptos desarrollados por Barthes, Deleuze y Derrida, analizando pinturas, obra de teatro y películas. Es necesario, antes que todo, analizar los factores históricos-religiosos y la problemática estética particular, especialmente la referida a la diferencia entre la representación clásica y la cristiana. Los dos capítulos siguientes se encargarán de esto.
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