Sumario: | Hace mucho que el consejo de hablarles a tus clientes dejó de ser metafórico para convertirse en una práctica real y cotidiana. Al final los grandes adelantos tecnológicos nos devuelven actualizados a los clásicos. Nada hay tan clásico y tan moderno, tan disruptivo y seductor, como hablar. Quienes nos dedicamos a la comunicación corporativa, y cada día recomendamos discursos, relatos, mensajes o imágenesde marca, operamos ante todo con palabras. Y las palabras solo cobran consciencia de sí mismas, y de lo que representan, cuando se verbalizan y se expresan. Hablar es expresarse. Equivale a concretar lo que somos, lo que nos diferencia, lo que nos conecta y lo que nos une. Hablar implica vocación de diálogo. Exige voluntad de escuchar y de cambiar impresiones; el compromiso de enriquecer tu punto de vista con tu interlocutor, ese honrado y eficaz nombre de origen latino que tan certeramente describe a quien habla contigo. Hablando se entiende la gente.Si desea adquirir el libro impreso ingrese aquí
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