Sumario: | La historia de la vida cotidiana es deudora de los historiadores de la Escuela de los Annales, como Marc Bloch y Lucien Febvre, que en sus obras pioneras trataron de acercar los detalles sencillos del ritmo de las comunidades sociales y de sus individuos. Para ellos el hombre era la medida de la historia, su sola presencia y razón de ser. Esta perspectiva abrió nuevos campos de estudio interrogando a las fuentes de múltiple naturaleza, y reconstruyendo los aspectos públicos y privados de los hombres y las mujeres del pasado, adentrándose en un campo historiográfico que, vinculado a la historia social, se consolidó a lo largo del siglo xx: la historia de las mentalidades. Había que hallar y releer documentos medievales que no recogían sino lo extraordinario y lo anómalo, y tampoco, a priori, parecían preocuparse de los grupos sociales más humildes y desfavorecidos.
|