Sumario: | Libro tan minúsculo como irreverente. Este breve escrito satírico, libelo o panfleto, escrito por dos profesionales que tienen el coraje de cuestionar radicalmente su profesión, es a la vez provocación, desasosiego, baliza y contubernio.Lo dice el prologuista: este libelo pretende, mediante las herramientas de la ironía y un humor en ocasiones mordaz, resquebrajar el saber. Un saber que prescribe lo que otros deben hacer.Un conjuto de absurdos circulantes y presentes, además de otros conceptos, establecen este nuevo sentido de lo políticamente correcto según el cual el individuo es el único responsable de sus miserias, de sus negligencias, de su estado de toxicomanía, de ser un desempleado, un clandestino, etc.Este texto no escapa a estas concepciones y el trabajo social no hace sino agudizar sus contradicciones internas.Iconoclasta sí, porque se trata de destruir una imagen: la de los trabajadores psicosociales inmersos en estructuras de poder establecidas y subordinados también a lo económico y a los imperativos de la sociedad de consumo.Y, para más retruécano, los autores son tan cínicos (o tan sensatos) que previenen de su lectura y presentan afilados consejos para que nadie se llame a engaño.¿Alguien se anima a adentrarse en la lectura de tamaño despropósito?
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