Sumario: | Casi en el cambio de era, el mundo occidental va a sufrir un complejo eintenso proceso revolucionario que acabará con el llamado Antiguo Régimen. Es, sin duda, la Revolución francesa la que pondrá en jaque a las viejas instituciones. De modo sucesivo, y a veces contradictorio, instaurará un gobierno parlamentario, se declararán los derechos del hombre, se pondrá fin al señorío procedente del feudalismo, se atajará el poder jurisdiccional de la nobleza así como los privilegios del clero, y se configurará al ciudadano como partícipe activo de la vida política mediante un sistema electivo censitario, sin olvidar la decapitación pública del rey Luis XVI y la consiguiente implantación de la República. No quiere decir todo esto que Francia fuera la única reformista, pero sí, quizá, la más influyente.
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