Sumario: | La Palabra es nuestra fuente de fe y creencia. Desde ella construimos nuestra cosmovisión y, por medio de sus mensajes, disfrutamos percibiendo la naturaleza de Dios e, incluso, la nuestra. Sus relatos generan modelos de vida, sus leyes nos moldean y sus proverbios nos meldan. La teología cristiana pierde todo su sentido sin la consideración respetuosa y contextualizada de la Biblia. La Palabra convoca nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Sin embargo, debido a las diferencias de idioma y cultura, muchas personas no entienden la Santa Escritura. Y no es porque el texto sea de acceso restringido a mentes con dotes especiales; es que se precisan, como nunca antes, herramientas que aproximen el significado de aquellos idiomas y culturas a nuestra realidad actual.
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