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|a Como señala el autor, verdad y esperanza forman parte de la más genuina esencia del acto de educar, siendo consideradas características esenciales de su naturaleza y del ejercicio de los profesionales de la educación. Verdad y esperanza son especialmente necesarias y relevantes en estos tiempos de globalizaciónneoliberal, guerra preventiva y terrorismos, de incertidumbre, deprecarizaciónmaterial y espiritual, de vandalización de las relaciones ciales, de institucionalización creciente de la mentira y el desencanto, del uso del miedo como estrategia política, del cuestionamiento del papel de la educación. Educar para la verdad y la esperanza es un canto reflexivo y apasionado, fundamentado didácticamente en las numerosas propuestas que se exponen para hacer viable el esfuerzo de construir una pedagogía con conciencia moral del mañana, que tome partido por el futuro, que busque la verdad, y asentada en la alegría y la esperanza. Esperanza concebida como necesidad vital, como luz que ilumina el futuro, como sustento que alimenta la vida.
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