Sumario: | La realidad no existe. Cada uno percibe con la singularidad exclusiva de su mirada y ve un mundo que no registra tal cual es, sino tal cual lo interpreta en cada momento. Y al recordarlo apenas evocamos algo de lo acontecido, sino las versiones que de aquello se han ido haciendo a base de tiempo, sedimentando estratos que en su conjunto llamamos memoria.Más aún, la manera de percibir está sujeta a las circunstancias de la percepción, y por eso se dice que una persona con un martillo sólo ve clavos; como sólo ve presas quien sostiene una escopeta de caza. Uno no tiene ni idea de cómo se ve el mundo con un tirachinas hasta que lo tensa entre las manos; o con un micrófono, un bisturí o una placa policial. Al final, en realidad, no sabemos quiénes somos, ni cómo, y lo vamos descubriendo a medida que «sostenemos cosas» con las que iluminar la existencia.
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