Sumario: | En investigación social, la utilización del método genealógico para estudiar las particularidades de los grupos sociales, sean éstos en comunidades, barrios, sectores rurales o urbanos, con sistemas bilaterales de descendencia, nos brinda una herramienta efectiva para entender las relaciones de ayuda mutua, los sistemas económicos informales, los patrones de movilidad espacial y social, las tendencias en los intercambios matrimoniales o de convivencia sexual o preferencias para la selección de parientes rituales, entre los más importantes y como ejemplificamos en este libro, en muchas otras áreas de interés para el investigador. Los datos genealógicos aportan los nombres y las relaciones existentes entre todos aquellos con los que se va a trabajar durante la etnografía; como así también, sobre los individuos ausentes. Por otro lado el estudio de las relaciones de parentesco tan importante para la Antropología Social, sólo puede hacerse mediante una comprensión adecuada de este método. En ese marco, sistematizar y presentar las genealogías mediante programas computacionales comienza a ser cada día más habitual, aunque sin contar con estos recursos tecnológicos, no es complejo su desarrollo conociendo las convenciones gráficas que lo regulan. Existe consenso que este método permite estudiar los diversos patrones de comportamiento humano; la persistencia de oficios a través del tiempo, los desplazamientos geográficos, la escolaridad, el comportamiento o afiliación política, los patrones de matrimonio y fecundidad, la tendencia a contraer ciertas enfermedades, los rasgos fenotípicos persistentes, el uso o abuso de alcohol, etc. El método cobra su real dimensión durante el trabajo etnográfico, posibilitando recolectar y organizar datos, de manera tal que permite una vasta red de aplicaciones, que intentamos mostrar en los cinco capítulos que estructuran este libro.
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