Sumario: | La ovinocultura en México inició en el siglo XV, con la entrada de borregos españoles. Desde sus inicios, su producción se basó en sistemas de trashumancia, que dependía del acarreo del rebaño a los lugares con las mejores praderas, condiciones climáticas y fuentes de agua. Las buenas prácticas ganaderas son una serie de métodos y actividades comúnmente aceptadas, bien documentadas y que han probado ser eficaces. Parten del principio de que lo bien hecho, se puede hacer mejor. Estas prácticas aplican a todas las actividades que se realizan en las granjas, desde antes de nacer los corderos hasta su venta o sacrificio, involucran seguridad para las personas y los animales, calidad de los alimentos, producción animal eficiente y prevención de contaminaciones en los animales, teniendo como objetivo la producción eficiente, la generación de alimentos inocuos y de alta calidad, en un ámbito de respeto a los animales y al ambiente. Además, se incluyen una serie de metodologías relacionadas con la medición y el uso de registros, lo cual es punto central de cualquier acción de mejora. En este manual partimos del principio de que lo que ni se mide, no se puede controlar.
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